El Viernes cumplí treinta años y días antes a este importante acontecimiento, lo único que esperaba era poder hacer de ese día algo inolvidable. La primera llamada a las doce de la noche me la hizo Daniel, un amigo de Illapel que estudia en la octava región y nos hemos visto eventualmente en la capital cuando va a su casa y nos juntamos exclusivamente para contarnos la vida acompañado de comida chatarras. Si, unos gordos olímpicos. Esa noche dormí poco debido a que me puse a pensar en las cosas que se venían en esta una nueva etapa (de inmediato se me viene la imagen de la chica posera y mil risas) y desperté veinte minutos antes de que sonara la alarma. Revisé algunos saludos de Facebook y Twitter que comenzaban a hacerse presente, pero no me dí mucho tiempo para responderlos y pensé mejor hacerlo mas tranquilo por la tarde. Cuando llegué al trabajo, tenía mi escritorio adornado de muchos globos, cintas doradas y tres regalos. La Pao con la Vale me regalaron dulces y aunque no lo crean, en la mochila tengo desde hace una semana unas galletas Toddy's sin abrir. Sin querer queriendo he dejado un poco lo del azúcar e increíblemente se me ha notado un poco la diferencia (leve, pero notoria eh?) y la Meche me regaló una lamparita de escritorio con forma de rana muy lindo. Me dijo que no se le ocurría que regalarme, pero en verdad yo soy feliz con cualquier cosa mas si es algo útil.
Hasta ese momento todo era un "feliz cumpleaños", pero a la hora después entró a nuestra sala un sujeto que llamamos LA MUERTE y tenía en su mano tres cartas de despido. Sentí una cosa helada por primera vez porque nunca había experimentado la llegada de la muerte en todo el tiempo trabajando allí y ocurrió, fuí despedido y no en cualquier día. FUÍ DESPEDIDO EN EL DÍA DE MI CUMPLEAÑOS. Todo el mundo sorprendido con la noticia y lo único que veía era un grupo de caras tristes para cualquier lado en el que yo miraba. Unas caras con las cuales compartí risas, bromas, confesiones, penas, frustraciones, rabias, vivencias en mas de un año casi dos y justo en ese momento iba a ser la última vez que estaríamos todos juntos. Por un lado estaba tranquilo porque ya estoy a puertas de que me entreguen mi certificado de título y así poder trabajar en lo que estudié, sin embargo, la idea era dejar este trabajo cuando eso sucediera y no antes. Igual por ese lado siento que me cortaron un poco las alas de mis objetivos. Me despedí de la gente, muchos abrazos y mis ojos brillantes y logré controlarme y no lloré (la técnica de echarse viento a los ojos de verdad funciona y creía que era puro teatro de las telenovelas) aunque e ahora siento que eso igual en parte hizo mal porque soy de la idea que si no lo lloras, no sacas ese mal sentimiento que está dentro de tí y ahí está dando vuelta, un poco escondido, pero allí finalmente.
Caminé interminables cuadras pensando en qué podía hacer ahora. Cancelé la celebración con la gente cercana en el Pub Noche Buena porque convengamos que en ese momento lo que menos quería en verdad era celebrar. Me fuí donde Joaquín y conversamos un rato y luego llegué a casa y les conté la noticia. Todo tranquilo, luego de eso eso me encerré arriba y lo único que quería era irme en el sueño. Desperté al rato por un olor dulzón que venía de la cocina y en eso recibo una llamada por teléfono desde Arica por parte de mi hermana Sandra. Me cantó junto con mamá Cari y la Abuela el cumpleaños feliz y el cumpleaños feliz de la iglesia ese que está como de moda ahora, pero se les cortó la llamada a la mitad del canto. Les devolví la llamada y cuando la Sandra me preguntó como lo estaba pasando. Le conté y me llenó de palabras de ánimo y buenas energías por el teléfono. Luego de eso me llamaron a tomar once y en la mesa habían dos tortas de panqueques que había hecho mi tía mientras dormía. Tía me dijo que no hay mal que por bien no venga y las típicas palabras clichés en estos casos. Por Facebook continuaban los saludos y la verdad no tenía tampoco ganas de hacer público que estaba pasando en ese momento en mi vida. Compartí en familia algo que en verdad siempre he hecho desde que tengo uso de razón cuando he cumplido años y luego me volví a encerrar.
El Sábado ya con mejor ánimo me junté con la Ely y el Joaquín en la noche a tomarnos unas cervezas en Bellavista, aunque la verdad mas compartí con el Joaquín porque la Ely se demoró una vida en llegar a donde estábamos nosotros. La semana del dieciséis nos vamos a ir a Quintero a la casa que tiene la familia de la Ely por allá y creo que me hará bien para despejar un poco la mente, pero no quiero tampoco estar de vago mucho rato y mientras no tenga mi credencial de "Experto" para buscar trabajo en lo mío, igual pretendo meterme a trabajar en algo. En la micro camino a la casa de la Ely un sujeto intentó robarme el bolso y me dejó el brazo un poco lastimado. Fue un susto y me dió rabia, pero afortunadamente no perdí mis cosas. Llegando a la plaza tomamos un colectivo y llegamos en un santiamén donde la Ely. Lo rico de llegar a su casa es que tengo pijama y me puedo sentir muy en casa. Nos tomamos un té, platicamos un poco mas de la vida y nos dormimos.
![]() |
¿qué se sentirá recibir un máximo abrazo de Gepe? |
Ahora que ya comenzó una nueva una semana, tengo la necesidad de hacer cosas. Violeta Castillo, una cantante de Argentina que tiene también algo de Chilena porque su padre es de acá, me dijo que de trabajo se puede cambiar como de pantalón y quizás encontrar hasta uno mejor. ¿Que pantalón me podría quedar mejor? quiero algo cómodo y a la medida, en verdad este cumpleaños dentro de todo fue una mierda. Supongo que esta es otra de esas pruebitas que manda la vida para jodernos la onda y que le demostremos que nos podemos levantar. Ni modo y ahí se me viene una frase de Cerati que dice: "Del mismo dolor, vendrá un nuevo amanecer". Confieso que igual me escuché algunas canciones tristes para sentirme mejor.
Una mierda, ¿ah?
ResponderEliminarPero no queda otra que echarse el mejor de los ánimos. Esperemos que vengan cosas excelentes ahora, quien sabe. Abrazos gigantes <3
No es soberbia, es amor.
ResponderEliminarDel mismo dolor, vendrá un nuevo amanecer.
EliminarY vino un amanecer en verdad. Me dió algo de nostalgia leer esta entrada y recordar ese amargo día. Actualmente las cosas mejoraron.
Saludos NN