martes, 12 de enero de 2016

#2016



Aun recuerdo que la primera vez que escribí aquí fue hace casi dos años. En ese entonces mi vida era bastante penosa, y de ahí claro el nombre que tenia esta cosa que no vamos a recordar porque claro ¿para qué acordarnos de lo amargo? aunque si podemos rescatar que hasta de lo penoso y triste, también podemos rescatar cosas buenas y claro, también podemos crecer.

Han pasado tantas cosas que no he tenido tiempo de escribir y esto ha sido mas que nada porque tiempo no hay. A pesar que luego del accidente he tenido bastante tiempo libre, lo he aprovechado en leer y aprender cosas nuevas. En descubrir un mundo que me sacaba la lengua muchas veces y que yo, ciego entre el trabajo, la universidad y la depresión, no estaba dispuesto a mirar. Ahora que lo estoy conociendo, me he estado desconectando un poco mas. Sigo ligado a la música mucho mas que antes y de hecho pronto voy a sorprenderlos con un trabajo que espero esté listo a mediados de año.

Hace unas semanas conocí la localidad de El Tabo. Es un lugar tan fascinante que ya quiero volver. Allá hay familia muy agradable y cálida, de esas que te llenan el corazón de amor. Compartí como nunca con una parte de la familia que nunca había compartido y todo salió de maravilla. Partir el año nuevo con gente nueva ha resultado bastante bien. Si lo pongo en el plan de "Adaptación a esta nueva oportunidad de vivir", el balance ha sido positivo.

Mañana toca Violeta Castillo en Loreto, el Sábado las Marineros y el Domingo Yorka con Niña Tormenta. Seguramente desde mañana ya tendré mas cosas interesantes que relatar.


En el bosque de El Tabo.




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