Ayer fui a trabajar con una de mis chalecas favoritas. Es tipo beatle y tiene unas tiritas, sin embargo, no fue hasta que pasé al baño a lavarme las manos donde me di cuenta frente al espejo que la chaleca me la había puesto al revés. Habían pasado cuatro horas en las cuales me había paseado con la chaleca así y nadie me había dicho nada (algo raro) aunque a decir verdad no se notaba mucho la anomalía salvo yo que soy medio fijón aveces.
La semana estuvo cargada de situaciones incomodas en cuanto a salud por lo cual me ha llevado ya en una obligación casi de dictadura en ir hoy sábado al doctor. En entradas anteriores siempre comenté que iría, pero nunca fui hasta que cuerpecito no dio más y mi amiga dolores llegó a mi vida intensamente a abrazarme. Me sentí toda esta semana en el infierno, pero hoy mágicamente cuando voy al doctor, dolores se puso piadosa y me dejó un poco en paz (pero solo un poco).
Pero no solo tuvimos una amiga dolores de salud, también vino la amiga dolores emocional antes de comenzar la semana. Papá así de la nada, después de mil meses me envía un whatsapp pidiéndome plata. Le dije "Hola sr. cárdenas. No tengo plata porque aun no me pagan y aunque tuviese no se como puede tener usted la cara para pedir algo cuando se anduvo paseando por Santiago y no fue capaz ni de llamar o de avisar que iba a andar por acá. Independiente de la razón por la cual haya viajado no creo que le haya mantenido ocupado las 24 horas del día. ¿Supo que me titulé? No, porque no le interesa" pasaron un par de minutos y luego él remató con un "Te deseo que te vaya bien en la vida ya eres un hombre adulto y profesional y eres dueño de tus desiciones. Nunca me viste como un padre a si que te será fácil olvidarme". ¿Reacción? Me sentí pal pico/zorra porque se pasó por la raja todos los años de mi infancia y bueno de puro acordarme me da un dolorcito feo, pero bueno así es la vida.
La hora con la doctora era a las doce y media por lo que salí sin mucha prisa de mi casa. Al llegar al centro de salud me esperaba la Ely y subimos a la recepción del piso ocho. Tremenda sorpresa nos llevamos al momento de pasar a recepción ya que la doctora avisó que por un problema X no iba a atender. Honestamente quedé como mal, pero la señorita del mesón me dijo si quería tomar hora con otro doctor de apellido Campbell a lo que accedí porque mal que mal no iba a perder el viaje. El doctor era súper joven y bueno le conté todos mis dolores y hasta la Ely metió la cuchara con cosas que no le quería contar. En fin, me mandó a hacer diecisiete exámenes y una orden al traumatologo para que me haga plantillas. Al salir del doctor con la Ely nos fuimos a almorzar a La Vega y esperaba que luego de eso se vendría a mi casa a ver juntos la final de la copa América, pero no se pudo porque iban a ir unos maestros a su casa y me dio mucha lata.
Al final vimos el partido solo y bueno con un gol en slow motion de Alexis Sanchez en penales somos campeones de la copa américa.
El remedio que me dio el doctor ha calmado un poco el dolor, pero el tema no termina aquí porque falta hacerse los exámenes, los resultados y claro el diagnostico. Creo que habrá que tener paciencia solamente.
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